jueves, 22 de noviembre de 2012

Demos gracias a Dios...

Hoy se celebra en los Estados Unidos lo que se ha venido a conocer como el DÍA DE ACCION DE GRACIAS. Ciertamente para la comunidad estadounidense uno de los feriados más observados y guardado en estima. La cantidad de personas que se movilizan desde ayer hasta el domingo a nivel del territorio nacional es sin par durante el año. Según leí para este fin de semana del 2012 se espera unos 44 millones de estadounidense se desplacen para juntarse con seres queridos y compartir alrededor de una mesa una expresión de gratitud a Dios por lo recibido. Yo, que me crie en los Estados Unidos y que aun después de adulto llegue a vivir unos años allí con mi familia allá, guardo gratos recuerdos de este feriado que tiene tanto significado. (A continuación un link con una pequeña reseña de los orígenes de este feriado) - http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_de_Acci%C3%B3n_de_Gracias Recuerdo siendo muchacho en Nueva York yendo a muchos desfiles del ya muy famoso DESFILE DE MACY’S (http://es.wikipedia.org/wiki/Macy%27s_Thanksgiving_Day_Parade)…mucho frio, mucha gente, grandes globos flotantes, bandas musicales, carrozas, etc. Recuerdo las preparaciones de la comida. Principalmente como se sazonaba el pavo (Yo lo mutilaba a hoyos y mi mama le metía sazón por doquier y luego lo acariciaba…ja,ja), el olor del pavo en el horno el día entero era una tortura a los sentidos…las veces que “pellizque” el pavo en el horno y que me gane una reprensión no fueron pocas. La elaboración de los pastelitos era divertido también (nada de maíz americano…no machea para nosotros). Lo que más recuerdo es la cena en si…siempre invitábamos a nuestra querida TIA LIGIA a cenar con nosotros que no podía faltar…allí recuerdo las oraciones que hacíamos en acción de gracias, las lagrimitas que se escapaban, las manos sobre los hombros y luego la risa, carcajadas y el lindo compartir familiar. Ciertamente el darle gracias a Dios por lo recibido, sea por la salud, la familia, los amigos, el pan de cada día, los bienes materiales, etc no se limita a un cuarto jueves del mes de noviembre. Haciendo eco de una canción que ronda por ahí…sin lugar a dudas “Todo se lo debo a El!” En todo y por todo nuestro labio han de expresar gratitud a Dios. No lo digo yo….sino Su Palabra. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:18 “…dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Efesios 5:20 Hoy aprovecho la oportunidad para agradecerle a Dios por la vida. Por haberme colocado sobre esta tierra en un preciso momento como este. Por la oportunidad de conocerle y estar viviendo para El. Por mi esposa Joyce Josefina que después de El es lo mejor que me ha pasado. Por los tres frutos de nuestro amor…Rebeca, Raquel y Amado. Ellos me alegran el día. Por mis padres que están vivos y en salud. Por mis hermanos…todos…ellos saben quiénes son. Por mis pastores Rafael y Rocío Montalvo y sus tres hijos. Por mi familia de la fe de Iglesia Cristiana. Por la salud mía y de los míos. Por Su provisión y el pan de cada día. Por mi familia en general tíos y tías, primos, sobrinos, cuñada, familia extendida y en especial mi suegra Doña Armonía. Por mis amigos de infancia en quien pienso con mucha frecuencia. En resumen…Doy gracias a Dios por muchas cosas hoy. A continuación dejo una proclamación de acción de gracias oficial que emitió el primer presidente estadounidense George Washington para el 1789. Me conmoví al leerlo…hay que leerlo al paso y con mucha reflexión…lleno de patriotismo pero de una dependencia y consciencia de Dios sin par. Que pena que esta orientación a elevar nuestra mirada al cielo se ha perdido no digo yo en nuestros líderes políticos sino penosamente también en los hogares.
Por cuanto es deber de todas las naciones reconocer la providencia de Dios Todopoderoso, obedecer su voluntad, agradecerle por sus beneficios, y humildemente implorar su protección y favor; y por cuanto ambas Cámaras del Congreso, por voto unánime, me han solicitado “que recomiende al pueblo de los Estados Unidos que observe un día de agradecimiento y oración públicos, que se haga reconociendo con corazón agradecido los muchos favores concedidos por Dios Todopoderoso, especialmente la oportunidad de establecer pacíficamente una forma de gobierno para su seguridad y felicidad”. Por tanto, ahora, recomiendo y designo, que el próximo jueves 26 de noviembre se dedique por este pueblo de los Estados Unidos como servicio de este gran y glorioso Ser que es el misericordioso Autor de todo bien que ha sido, que es, o que será; para que todos nos unamos en rendirle nuestro sincero y humilde agradecimiento por su bondadoso cuidado y protección del pueblo de este país antes de que llegara a ser una nación; por las múltiples misericordias y por el gran grado de tranquilidad, unión, y abundancia que desde entonces hemos gozado; por la racional y pacífica manera en que hemos podido establecer la constitución de gobierno para nuestra seguridad y felicidad, y particularmente la ahora nacional instituida libertad civil y religiosa con la que hemos sido bendecidos, y los medios que tenemos de adquirir y difundir conocimiento útil; y, en general, por todos los grandes y múltiples favores con los que le ha placido conferirnos. Y también que podamos unirnos humildemente en ofrecer nuestras oraciones y súplicas al gran Señor y Gobernador de las Naciones y rogarle que perdone nuestras transgresiones nacionales y también otras; que nos ayude, en público o en privado, a ejercer nuestros varios y respectivos deberes debida y puntualmente; que conceda que nuestro gobierno sea de bendición a todas las personas para que siempre sea un gobierno de leyes sabias, justas, y constitucionales, que discreta y fielmente sean ejecutadas y obedecidas; que proteja y dirija a toda soberanía y a todas naciones (especialmente las que nos han mostrado bondad), y que las bendiga con buen gobierno, paz, y concordia; que promueva el conocimiento y la práctica de verdadera religión y virtud, y que aumente la ciencia entre ellos y nosotros; y, en general, que conceda a toda la humanidad tal grado de prosperidad temporal como sólo Él sabe que mejor nos conviene. Por mi puño y mano, en la ciudad de Nueva York, el 3 de octubre, d.C., 1789. G. Washington